La acumulacion de objetos comienza como algo inocente

Los seres humanos somos solidarios, creativos, empáticos, heroicos, en fin, muy complejos y diferentes unos de otros. Es esa diversidad de creencias, pensamientos, culturas y visiones las que engrandecen al tejido social e impulsan siempre al cambio, la aceptación, la inclusión, etc.; sin embargo, también existe un lado menos brillante, que puede salirse de control y manifestarse como desórdenes psicológicos.

Quienes padecen algún trastorno, tienden a tener problemas para desarrollarse e integrarse y eso los condena a sentirse apartados. Uno de los desórdenes más peculiares es la disposofobia, mejor conocida como síndrome del acaparador compulsivo o acumulación compulsiva. Estas personas desarrollan una urgencia compulsiva por acumular objetos y se vuelven incapaces de deshacerse de sus pertenencias, incluso si no tienen ningún tipo de valor o utilidad.

La variedad de los objetos que acaparan pueden ser demasiados y muy variados. Ese descontrol en lo que acumulan podría convertirse en un peligro, ya que con frecuencia esas cosas hasta impiden el tránsito dentro de su hogar e interfieren con sus actividades diarias, incluso con las más básicas, como cocinar, limpiar, dormir o utilizar el baño.

La disposofobia crea un apego tan fuerte a las cosas que acumulan, que las personas suelen alterarse cuando otros tocan o cambian de lugar sus pertenencias, incluso si tratan de organizarlas o limpiarlas. Esto puede generarles episodios intensos de ansiedad, ataques de pánico, volverse agresivos, solo ante la idea de separarse de sus pertenencias.

Si aún las cosas no se salen de control y siente que es posible mejorar sus hábitos y entiende el por qué llegó hasta donde está, está bien y puede ir haciendo sus propios avances con la ayuda de familiares y amigos. Si por el contrario, nota que se pone de mal humor ante la eventualidad de aceptar que tiene un problema, se ha hecho difícil vivir en su propia casa y tiene desavenencias con quienes convive, no se moleste u ofenda, ni se sienta mal, pedir ayuda profesional está bien.

Cómo mejorar sus problemas de acaparamiento

  • Piense si realmente utilizará uno de esos objetos, si no lo ha utilizado en dos años y ni lo recordaba, demuestra que puede vivir sin ello.
  • No repita las cosas, con una suele bastar. Tener dos cocinas o cinco peines, no es necesario ni le da algún beneficio.
  • Puede vender los objetos que estén nuevos o en buenas condiciones. En anunciosmixtos puede anunciarse gratis y fácil desde casa, dado que solo necesita un dispositivo con acceso a Internet.
  • Si piensa demasiado antes de decidirse por deshacerse de algo, es porque inconscientemente está buscando aferrarse a ello. No tarde en elegir si algo se queda o no con usted.